Se le denominó como Santuario porque en aquel lugar es donde nace y vivió Isabel Flores de Oliva, Santa Rosa de Lima, ahora convertida en un hermoso conjunto religioso con templo y monasterio ubicado en la primera cuadra de la Avenida Tacna. El santuario fue levantado en el año de 1728, junto a la casa donde nació Santa Rosa de Lima, el 30 de abril de 1586, siendo sus padres Gaspar Flores, natural de Puerto Rico, hombre sencillo de pocos medios económicos que servía en la compañía de arcabuceros (eran la seguridad del virrey) y de María de Oliva, una dama criolla. Rosa fue bautizada con el nombre de Isabel Herrera el 15 de mayo de 1586en la Iglesia de San Sebastián, donde también se bautizó San Martín de Porres.
En el año 1670 se levantó el santuario, en terrenos del Hospital del Espíritu Santo, siendo la primera Iglesia dedicada a Santa Rosa aún antes de su canonización. Parte de la iglesia fue demolida perdiendo cerca de un tercio de su estructura, incluyendo su portada barroca, como parte final de los trabajos para la creación de la Avenida Tacna en el siglo XX, siendo su plazoleta absorbida por la misma. Luego se iniciaría la construcción de una nueva iglesia, incorporando la estructura que había sobrevivido a la demolición (el presbiterio, falso crucero y parte de la nave) como transepto del nuevo templo y replicándose, aunque con ciertas diferencias, la portada original. La iglesia aún conserva intacto su retablo mayor, actualmente a un lado de la misma.
Ahora totalmente remodelada ésta hermosa casona presenta Testimonios y recuerdos vivos de la primera Santa de América, se encuentra aquí la habitación donde pasó los años de su juventud, esta presenta un altar y dos pinturas del siglo XVII, una de ellas presenta el rostro de Santa Rosa que fue pintada pos-mortem por el artista italiano Angelino Medoro, con quien eran buenos amigos; en la parte central se encuentra la primera imagen de Santa Rosa hecha aproximadamente en 1670, tallada en madera de cerezo, cuenta la historia que cuando los piratas ingleses amenazaron con invadir Lima, esta fue la imagen que defendió a la ciudad encabezando una procesión. También encontramos una habitación que estaba destinada a la enfermería donde la Santa curaba a los enfermos, en el centro de la sala se encuentra un niño Dios conocido como El Doctorcito, a quién recurría en consulta para cuando tenía que atender casos graves. Entre relicarios, Biblia y vestidos de sacerdotes de la colonia se encuentra la imagen de Santa Rosa, pintada en madera que Miguel Grau llevó en el Huáscar.
En el año 1670 se levantó el santuario, en terrenos del Hospital del Espíritu Santo, siendo la primera Iglesia dedicada a Santa Rosa aún antes de su canonización. Parte de la iglesia fue demolida perdiendo cerca de un tercio de su estructura, incluyendo su portada barroca, como parte final de los trabajos para la creación de la Avenida Tacna en el siglo XX, siendo su plazoleta absorbida por la misma. Luego se iniciaría la construcción de una nueva iglesia, incorporando la estructura que había sobrevivido a la demolición (el presbiterio, falso crucero y parte de la nave) como transepto del nuevo templo y replicándose, aunque con ciertas diferencias, la portada original. La iglesia aún conserva intacto su retablo mayor, actualmente a un lado de la misma.
Ahora totalmente remodelada ésta hermosa casona presenta Testimonios y recuerdos vivos de la primera Santa de América, se encuentra aquí la habitación donde pasó los años de su juventud, esta presenta un altar y dos pinturas del siglo XVII, una de ellas presenta el rostro de Santa Rosa que fue pintada pos-mortem por el artista italiano Angelino Medoro, con quien eran buenos amigos; en la parte central se encuentra la primera imagen de Santa Rosa hecha aproximadamente en 1670, tallada en madera de cerezo, cuenta la historia que cuando los piratas ingleses amenazaron con invadir Lima, esta fue la imagen que defendió a la ciudad encabezando una procesión. También encontramos una habitación que estaba destinada a la enfermería donde la Santa curaba a los enfermos, en el centro de la sala se encuentra un niño Dios conocido como El Doctorcito, a quién recurría en consulta para cuando tenía que atender casos graves. Entre relicarios, Biblia y vestidos de sacerdotes de la colonia se encuentra la imagen de Santa Rosa, pintada en madera que Miguel Grau llevó en el Huáscar.